Así por ejemplo, la barca
de cuatro palos ”
Ville de Havre” fue hundida – el 7
de marzo
de 1916 - durante la Primera Guerra Mundial, bien por el torpedo
de un submarino alemán o bien por fuego
de artillería
de un buque
de esa misma nacionalidad. El naufragio se encuentra aproximadamente en el siguiente punto:
latitud: 48°48’0X” N
longitud: 006°36’0X” W
Con respecto a las otras bricbarcas: “
Ville de Dijon” se encuentra hundida en la bahía
de Papudo donde naufragó el 21
de julio
de 1913 a causa
de un temporal
de norte, tras arribar a ese puerto con una partida
de carbón para Ferrocarriles del Estado; “
Ville de Be’fort” fue desguazada en 1924; y “
Ville d’Orleans” fue abandonada a comienzos del siglo XX en el Océano Índico, en medio
de un violento temporal y a punto
de hundirse.
En 1909 la “
Ville de Mulhouse”, fue vendida a la Société Générale d’Armement
de Nantes, destinada a la navegación general. La Primera Guerra Mundial, que marcó el fin
de tantos veleros, respetó la vida
de la barca. Pero la posguerra la arrinconó en el gran cementerio
de veleros del Canal
de la Martiniére, como toda la flota nantesa
de altura. Despúes
de esa condición, solo se zarpaba al desguace.
El destino le dio otra oportunidad al “
Ville de Mulhouse”, quizás en un puerto impensado : Punta Arenas.
Don José Menéndez y Menéndez, “el Rey
de la Patagonia” uno
de los empresarios más importantes
de Punta Arenas, funda en 1911 y preside la Sociedad Importadora Exportadora
de la Patagonia S.A.”, que contaba con varias sucursales bancarias y mercantiles en los puertos
de la Patagonia y Tierra del Fuego. Sus negocios que se habían diversificado desde 1877 en los sectores ganadero ovino, bancario, naviero y comercial, por citar algunos, requerían
de procesos
de logística que solamente podían ser sustentados por una flota mercante. Es así que por la vía
de la adquisición, se fue haciendo
de veleros, vapores y naves auxiliares como remolcadores, pontones y gabarras.

